“No fotografío para recordar el pasado. Tampoco para vislumbrar el futuro.
Fotografío para sentirme presente en el instante. Eso me mantiene vivo y alerta”.
EXTRAÑANDO LO COTIDIANO
El hombre, por naturaleza, tiene la necesidad de crear y expresar todo aquello que tiene dentro, soltar ese amarre y alcanzar la libertad interior. Por suerte, o por desgracia, vivo en una ciudad donde todo ocurre con normalidad, sin estruendos importantes. Todos los años ocurren las mismas cosas, las mismas festividades, los mismos vecinos, el mismo trayecto laboral. Nunca ocurre nada más allá de lo cotidiano. Y en gran medida, me alegro.
Me alegro de vivir de manera natural, humilde y tranquila. Donde la felicidad y la sencillez van cogidas de la mano. Donde precisamente lo extraordinario está en lo cotidiano.
En esta vida que me ha tocado vivir y la velocidad es un tsunami que arrasa, no para y el final está cada vez más lejos, y a la vez está más cerca. Precisamente por eso, hay algo dentro de mí que me hace parar y reflexionar; valorando y fotografiando cualquier instante, por monótono que sea.