Mi relación con la fotografía nace en la década de los 70’ del pasado siglo. La enciclopedia LIFE de la Fotografía que había en casa fue la ventana por la que me asomé a este mundo, y una Yashica Minister D la cámara con la que hice mis primeros pinitos.
El laboratorio lo trabajé a trompicones hasta que Castro Prieto me abrió los ojos en un par de talleres. Desde entonces, me pongo la cámara al hombro y salgo al encuentro de lo que me sorprende y lo que me emociona.